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Hace varios meses leía el siguiente artículo: “México vive el momentum CIO”. Adicional a la excelente información que contiene esta publicación, me llamó la atención una frase ubicada en el penúltimo párrafo: “La naturaleza cambiante de las TI es la misión central del CIO. En vez de seguir la secuencia de “construir/ejecutar/operar”, se ha convertido más en un ambiente de “adquirir/integrar/orquestar””. Y es que todavía existen tantas empresas atrapadas “psicológicamente” en el “construir, ejecutar, operar” que no se dan cuesta de los problemas que acarrea y los beneficios que están desaprovechando al no evolucionar esta secuencia operativa.

 

Muchos directivos de empresas y ejecutivos de TI todavía insisten en hacer todo por su cuenta, creen que con los propios recursos de la empresa podrán desarrollar el mejor software y aplicaciones para su organización. Lo peor de todo es que no ven que realizar todo esto desde cero trae los siguientes problemas:

  • Es más caro a largo plazo: Aunque al principio no se tiene que invertir una suma considerable, el desarrollar todo el software con sus propios recursos resulta mucho más caro debido al tiempo que hay que invertir por no disponer de la misma cantidad y calidad de programadores que los que tiene una empresa dedicada al desarrollo de software.
  • Es más peligroso, el depender de un grupo pequeño de personas que el día de mañana simplemente se pueden ir a otra empresa o sufrir un percance que depender de un sistema que tiene varias empresas disponibles para darle soporte.
  • La calidad es menor, ya que no podemos comparar la cantidad y calidad de recursos que tiene un área de sistemas de una empresa cuyo giro es diferente al que tiene una empresa seria de desarrollo cuyo giro principal es la creación de sistemas.

 

¿Qué debemos hacer entonces? ¿Impedir la creación de sistemas o iniciativas en nuestros departamentos de TI? ¿Sólo dedicarnos a cotizar y adquirir software? No, la respuesta es mucho más divertida que hacer sólo esto y la misma secuencia lo explica: “adquirir/integrar/orquestar”. Hoy tenemos excelentes sistemas en el mercado, aplicaciones web y móviles que pueden cubrir muchas de las necesidades de nuestra organización. Es nuestro deber como departamento de TI descubrir, analizar, probar y adquirir las que mejor nos convengan, pero no nos sirven de nada si estas se mantienen aisladas por lo que es ahí donde nos toca trabajar en nuestra área de desarrollo para integrar estas aplicaciones de manera que trabajen en conjunto como lo hace un director de orquesta de manera que toquen la melodía que la empresa requiere. Nos toca a nosotros como gerentes o directores de sistemas lograr que nuestro equipo de trabajo desarrolle la comunicación y entendimiento entre dichas apps de manera que trabajen en conjunto y resuelvan las tareas para las que fueron adquiridas pero integrándose una con la otra. Técnicamente se trata de trabajar con sus SDKs, apis REST, etc. por medio de nuestras herramientas de desarrollo elegidas. Y sí, ¿por qué no?, desarrollar internamente las funcionalidades que no podamos encontrar fuera y que resuelven problemas muy específicos de nuestra organización.

 

No quisiera que me malinterpreten, es importante fomentar la creatividad y la iniciativa en nuestras áreas de TI, incluso hay que alentar el desarrollo de aplicaciones propias, pero sólo en los puntos donde no encontremos una aplicación mejor en el mercado (ya sea comprada, rentada como software as a service o implementando software open source). Nuestros recursos son limitados y tenemos que responder cada vez más rápido a las necesidades de nuestro negocio y nuestros clientes. Debemos responder de forma más ágil por lo que hay que concentrar nuestros recursos limitados en lo que realmente importa y uno de nuestros recursos más importantes y escasos es nuestro equipo de desarrollo de software.

 

Adquirir, integrar, orquestar nos permite lograr lo mejor de dos mundos, pero sobre todo de responder de una forma más rápida a las necesidades cambiantes de las TI de hoy.